Cubetas de huevos

La oficinita eran cuatro paredes cerradas. En alguna conversación, Paúl comentó que en el estudio musical de Héctor Quevedo, para amortiguar el sonido de los ensayos, había pegado cubetas de huevo por toda la pared.



Nacho hizo lo mismo en la oficinita, para no hacer tanto ruido y al parecer, ninguno de los vecinos se quejaron de los ensayos ni del sonido de la batería o amplificadores.

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Paqueveas