"La madera sabía de música mucho antes de ser guitarra".
Esta frase poética nos invita a contemplar la esencia de la música desde una perspectiva primordial. Nos sugiere que la música no es una invención humana, sino una vibración inherente al universo, una sinfonía que resuena en la propia materia. La madera, antes de ser moldeada en un instrumento, ya albergaba en su interior el potencial para la melodía, el eco de los vientos, el susurro de las hojas, el canto de los pájaros.
La música es un lenguaje universal. La música, en su forma más pura, es vibración. Y la madera, como parte del mundo natural, vibra con los ritmos de la tierra. ¿Acaso no escuchamos la música del viento al atravesar las ramas, o el tamborileo de la lluvia sobre las hojas?
La guitarra, en su esencia, es una extensión de la naturaleza. Su madera guarda la memoria del bosque, y su sonido nos conecta con la tierra.. ¿Es la música, entonces, una forma de reconectar con nuestras raíces naturales?
Cada trozo de madera, cada piedra, cada elemento natural, posee un potencial sonoro que espera ser descubierto... ¿Cuántas melodías ocultas aguardan a ser liberadas por las manos del artista?
El luthier, al dar forma a la guitarra, no crea la música, sino que la revela. Su trabajo es un acto de escucha, de sintonización con la vibración inherente a la madera. Al tallar, lijar y ensamblar, libera el alma musical que habita en la materia.
¿Crees que la música existe independientemente de la creación humana?.. ¿Influye el origen natural de los materiales en el sonido de un instrumento?.. ¿La naturaleza y la música se conectan?... ¿Qué otras "músicas" crees que existen en el mundo natural, esperando a ser escuchadas?
Esperamos que esta reflexión te inspire a escuchar la música que nos rodea con nuevos oídos, a descubrir la sinfonía que habita en cada rincón del mundo natural.
Ya lo dijo el maestro Atahualpa Yupanqui:
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