"La madera sabía de música mucho antes de ser guitarra". Esta frase poética nos invita a contemplar la esencia de la música desde una perspectiva primordial. Nos sugiere que la música no es una invención humana, sino una vibración inherente al universo, una sinfonía que resuena en la propia materia. La madera, antes de ser moldeada en un instrumento, ya albergaba en su interior el potencial para la melodía, el eco de los vientos, el susurro de las hojas, el canto de los pájaros. La música es un lenguaje universal. La música, en su forma más pura, es vibración. Y la madera, como parte del mundo natural, vibra con los ritmos de la tierra. ¿Acaso no escuchamos la música del viento al atravesar las ramas, o el tamborileo de la lluvia sobre las hojas? La guitarra, en su esencia, es una extensión de la naturaleza. Su madera guarda la memoria del bosque, y su sonido nos conecta con la tierra.. ¿Es la música, entonces, una forma de reconectar con nuestras raíces natural...