"Ser músico no es nada fácil". Esta afirmación, aunque simple, encierra una verdad profunda. Detrás de cada melodía que nos conmueve, de cada ritmo que nos invita a bailar, hay un camino lleno de desafíos, sacrificios y una dedicación inquebrantable. Ser músico implica mucho más que tocar un instrumento o cantar una canción; es una vocación que exige pasión, disciplina y una constante búsqueda de la excelencia. La realidad detrás del escenario es intensa. El dominio de un instrumento o la perfección de la voz requieren incontables horas de práctica , a menudo en soledad y con una exigencia implacable. El mundo de la música puede ser implacable, y muchos músicos luchan por ganarse la vida con su arte, enfrentando la incertidumbre y la inestabilidad económica. Además, todo músico está en búsqueda de su propia identidad musical. En un mundo saturado de música, encontrar un sonido propio, una voz auténtica, es un desafío constante. La música es una expresión ...
No jodan... la música es libre!...